La NASA dispone de una cámara anecoica, una habitación experimental diseñada para aislar cualquier ruido exterior. Cuando una persona ingresa en este lugar, el silencio es tan absoluto que puede escuchar el latido de su corazón como un tambor; la sangre circulando por las venas resuena como un río crecido. Se perciben el parpadeo de los ojos y el movimiento de los órganos internos: el tránsito intestinal haciendo la digestión, los riñones procesando líquidos, sales y azúcares. Se oye el bramido de los pulmones y hasta la pasividad del hígado. Es un silencio tan profundo que permite escuchar los propios pensamientos y, tal vez, el sentido del alma. En el silencio absoluto, se puede escuchar todo.
Pero a algunas personas, el silencio extremo les provoca desorientación, mareos e incluso alucinaciones después de un tiempo.
Aunque la cámara anecoica de la Nasa es la más famosa, la que actualmente ostenta el Récord Guinness como el lugar más silencioso del mundo es la cámara anecoica de Microsoft, ubicada en su campus de Redmond, Washington, EE. UU.
Han transcurrido nueve meses desde que Luis Miguel De Camps asumió las riendas del Ministerio de Educación (MINERD). Nueve meses, el tiempo de gestación de un embarazo, durante los cuales no hemos escuchado la primera palabra contundente del ministro. No se ha tomado la primera decisión importante en materia educativa. No se ha reparado la primera escuela.
Durante este periodo, los mismos funcionarios que dejó Ángel Hernández permanecen en sus puestos. El MINERD parece estar frisado, como si estuviera congelado en el tiempo.
El silencio de De Camps está generando un ruido ensordecedor. ¿Qué está ocurriendo en la mente del ministro? ¿Por qué no se han producido cambios? ¿Está conforme con el cargo o desea abandonarlo?
Este mutismo pone en jaque a la principal instancia del Estado Dominicano. El MINERD no puede morir en este letargo. El ministro parece sordo, ciego y mudo. Desde el 26 de febrero, cuando asumió la dirección, la educación no ha avanzado ni un solo paso.
Señor ministro: este silencio está hablando demasiado.
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