VALLEJUELO, San Juan, RD.- Este domingo 04 de diciembre, La Fundación Comunitaria Una Voz por Río Arriba del Sur, que preside Pablo de los Santos y la Fundación Mano Amiga, presidida por Eddy Morillo, hicieron entrega de una vivienda a la señora Linda Ogando, quien por varios meses esperaba poder tener su hogar.
En el acto estuvieron presentes varios integrantes de ambas fundaciones y otros jóvenes voluntarios de la comunidad, como Julio Cesal Amancio quien dio a conocer el caso de Linda, iniciando una campaña de recaudación de fondos para la causa y con la unión de la comunidad y las dos fundaciones, fue posible que hoy la señora tenga un hogar más digno y más cercano a la gente, en vista de que anteriormente habitaba un lugar muy solitario y en condiciones bastante infrahumanas.
Las fundaciones agradecieron a todos los involucrados en el proyecto, por sus grandes y valiosos aportes, a los empresarios de Vallejuelo que dijeron presente desde el primer momento, como al señor Pantaleon Quezada, quien donó el terreno para la construcción, Fernando Mateo Gonzalez, Abel Perez, Ricardo Amancio desde la Ferretería A&M, a la Alcaldía Municipal junto al Consejo de Regidores, la Gobernación Provincial, Yeison Morillo, Compañía Torrent, Purificadadora Agua del Cielo y muchos más que dijeron aquí estoy y se sumaron a la causa.
Además, esperan seguir contando con el mismo apoyo para proyectos futuros, en beneficio de esas comunidades, en especial para aquellos más vulnerables.
La Fundación Comunitaria Una Voz por Río Arriba del Sur y la Fundación Mano Amiga, son dos organizaciones sin fines de lucro que hacen vida en el Municipio Vallejuelo, interesándose por las causas sociales que requieren atención y ya han sido parte de soluciones a problemáticas de la comunidad.
Han logrado unificar al pueblo en un mismo sentimiento, cuando se trata de resolver un problema que involucra alguna familia en situación de vulnerabilidad u otras situaciones de obras e infraestructuras que sirvan a los comunitarios.
En esta ocasión, Linda Ogando recibe con inmensa alegría y con mucha gratitud, una vivienda digna.
Romel Reyes/LemorSeyer
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