La Asociación Dominicana de Profesores era un Gremio sagrado. Es autora de grande luchas y conquistas. La ADP se enfrentó a la era "colorá" y dentro de allá uno mártires que derramaron su sangre en la búsqueda de la dignidad magisterial y mejora significativa de la calidad educativa.
Pero a lo interno de la ADP comenzaron a surgir las corrientes y los partidos políticos se apropiaron de ellas. Al punto tal que hoy día se habla de que ganó el partido X. Las corrientes internas son la primera vergüenza de éste y cualquier gremio, porque quita libertad a los simpatizantes para elegir los mejores postores, por ende votamos por el de nuestra corriente aunque no represente los mejores intereses. A la vergüenza de las corrientes se sumó la sinvergüenza de los partidos políticos. Los políticos manejan a su antojo las buenas intenciones de los gremios. De modo tal que ya no podemos decir la ADP, sino las ADP'S. El Pld tiene una, el Prm tiene una, el Prsc tiene una, el extinto PRD también tiene una e inclusive hay partido de tienen más de una ADP. Y la ADP vencida jamás será unida.
La ADP está vencida. La vencieron los políticos, la vencieron los líderes que luchan por los intereses personales y no por los del gremio. Hace mucho tiempo que no hay una lucha seria por parte del gremio. Las luchas son para negociar, aunque se mueven las masas buscando noticias, detrás de cada huelga hay otra huelga.
Basta ver el ejemplo de San Juan, los líderes de la ADP han negociado los puestos de directores de centro, técnicos, nombramientos de esposas, hermanos, amantes, sobrinos, primos, compadres, e inclusive hasta dinero han pedido por las huelgas. Cuando se convoca a las masas ya las decisiones previas están tomadas y negociadas. Detrás de cada huelga hay una negociación para sus líderes. Y se pueden enumerar uno por uno. Hay líderes adepeistas de San Juan que tienen hasta siete familiares en puestos estratégicos. Otros tienen casas, jeepetas, solares, parcelas a costa de las luchas de la ADP. Solo basta analizar el perfil de cada uno de ellos. A esto se suma que la ADP san juan recibe mes por mes la cuantiosa suma de 85 mil pesos y estos son repartidos entre sus líderes sin que nunca se haya rendido un informe. Solo basta recordar cuando a Luis Ortiz lo sacaron del salón con la guardia porque pidió un informe económico.
La ADP está vencida porque sigue luchando con los mismos métodos de hace cuarenta años. La Suspensión de docencia era un método para enfrentar el balaguerismo y este método tuvo sus resultados. Pero hoy día en una nueva sociedad ese método no responde y tampoco encuentra apoyo en la sociedad. Este método antiguo llevo la ADP a un descrédito total en la sociedad, por eso el pueblo se identifica con los intereses del Minerd y no con la ADP. Y mientras el Minerd cuente con el apoyo popular seguirá venciendo la ADP.
Tenemos una ADP que no represente los intereses de los maestros, sino los intereses particulares de sus líderes y los intereses particulares de los partidos políticos. Una ADP dividida y vencida, nadie la puede unir. El comité nacional toma unas decisiones, hace unos acuerdos, pero los distintos comité municipales no lo acatan, no hay una cabeza, sino múltiples cabezas. Esta vencida la ADP.
Hasta aquí llego el final feliz de la ADP. Hace falta el surgimiento de un nuevo gremio que tenga como meta la unificación de los maestros, unidad de criterios y un sentido común. Debe surgir la ASOCIACIÓN DOMINICANA DE MAESTROS (ADM)
