La joven hermosa, talentosa y culta diputada ha ganado fama entre la sociedad dominicana. Ella por su identidad con los problemas sociales, sus críticas al gobierno y denuncia de la corrupción, la llevaron a obtener un curul en la cámara de diputados sin gastar un peso, solo con el apoyo popular.
Sus críticas al gobierno, de manera especial Punta Catalina, la han convertido en la más aguerrida mujer dominicana. Es la dominicana numero uno.
Ser popular tiene una gran peligro: “Ir con todas las nuevas corrientes”. Dejarte llevar por las aguas de los espíritus de los nuevos tiempos.
Ella Lucha contra la corrupción. Aplausos
Ella Apoya grupos no radicales: LGTB, feministas, abortos, fusión haitiana. Aplausos
Ella va en contra de normas y preceptos morales, cristianismo, biblia, religión, doctrinas, tradiciones. Aplausos
Ella busca cámara, fama, apoyo popular, votos, reconocimiento. Aplausos.
Ser popular tiene el riesgo de qué hay que decirle que sí a todos los nuevos espíritus.
La popular Farides en su búsqueda de poder, fama y dinero ha dicho que si:
Sí al aborto,
Si a LGTB
Sí al feminismo,
Sí al fusionismo haitiano,
Sí al ateísmo
Sí a la pérdida de valores.
Farides, eres muy joven para quemarte. La diplomacia es el arte de saber cuando hablar y cuando callar.
Si no se puede leer la biblia en la escuela, tampoco leamos el Quijote, la Iliada, la Odisea, Cien años de Soledad, Romeo y Julieta, La Celestina, La Vida es Sueño, Los Tres Mosqueteros, Eriquillo, El Cristo de la Libertad, La Mañosa etc.
A no ser que usted proponga que sean los escritos de su progenitor los que impongamos en las escuelas:
La poesía y el tiempo
Gestión de alborada
Abril, nacen alas delante de tus ojos
Visiones del escriba
Pájaros y horizontes sitiados
La dorada mosca del fuego
La boda de Rosaura con la primavera
Poesía: antología personal
Poemas del amor y los mandalas
El movimiento 14 de junio
La Revolución de abril 1965 y1985
De seguro que si se sustituye la biblia por las letras de tu padre él estaría muy orgulloso de ti.
La fama es peligrosa y te las has creído. El peligro de subir a la cima es que cuando estás arriba, entonces estás solo.
M.C.
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